viernes, 29 de enero de 2010

Tony de Mello




Tony había fomentado con extraordinario entusiasmo los Ejercicios Espirituales según el propósito original de San Ignacio, en realidad fue esto lo primero que le hizo ser internacionalmente conocido y apreciado.

En una carta a un amigo le expresaba:

«… Creo que actualmente todo mi interés se centra en otra cosa: en el “mundo del espíritu”, y todo lo demás me resulta verdaderamente insignificante y sin importancia. Las cosas que tanto me importaban en el pasado ya no tienen interés para mí. Lo que ahora absorbe todo mi interés son cosas como las de Achaan Chah, el maestro budista, y estoy perdiendo el gusto por otras cosas. No sé si todo esto es una ilusión; lo que sí sé es que nunca en mi vida me había sentido tan feliz y tan libre…»

La Personalidad

La personalidad no es cuestión de lógica y conformidad. Es cuestión de sentimientos, especialmente los que se expresan y comunican. Son los adiestramientos emocionales los que determinan si las personas son saludables o inhibidas. Los niños son auténticos porque emocionalmente son abiertos. Una infancia ingenua es una infancia feliz. Si un niño o un adolescente no tiene permiso para actuar como tal, se le destina a como niño cuando crezca.

La Mente

La causa del sufrimiento es la actividad mental. Algunas veces la mente está en reposo, y todo está bien. Pero otras veces ella comienza a actuar, elaborando lo que Buda llama construcción de los pensamientos. Comenzaría a hacer juicios, evaluaciones, pensamientos diversos y variados.

La mente se mueve en una dirección que implica evaluar cosas, juzgar personas y acontecimientos. El sufrimiento es el resultado de las evaluaciones, juicios y construcciones mentales.Todas las convenciones, rótulos, límites son inventados por la mente. Las relaciones son una función, una proyección de la mente.

El Yo

El yo inventó la noción del “ego, para mí”. Frente a alguna realidad se está preparado para proyectar sobre ella algo del propio ego. No sólo el “esto es mío” crea problemas, también el “yo soy esto, y aquello, y aquello otro”. La identificación con el “yo” puede provocar problemas, por ejemplo: “Yo soy bueno, soy malo, soy una persona adorable, soy impaciente”.

La Conciencia

Conciencia es la capacidad de observar cuando filtramos la realidad, no sólo la imagen que persiste. Para ser conscientes es necesario:

a. saber de la existencia del filtro.

b. saber que cuando se reacciona, se hace contra la imagen que hay en la mente, no en la realidad.

c. percibir que todo cuanto existe en ese filtro es pasajero, se está moviendo y cambiando constantemente.

d. percibir que todo lo que existe en la mente, en el filtro, es inadecuado e insatisfactorio por ser pasajero.

e. percibir que todo lo que existe en el filtro, no es el Yo, sino el vacío del ego.

La Espiritualidad

La espiritualidad es una cuestión de ser quienes somos, de transformarnos en lo que somos, de ver quienes somos. Cuando descubrimos que nuestra esencia es única e inmutable, que nuestro yo es lo que siempre ha sido por la gracia de Dios, llegamos a ser nuestro yo espiritual. No necesitamos de percibir la Buena Nueva. Tenemos en nuestro interior una mina de diamantes, somos el Reino.

La Religión

La religión es una cuestión de arrancar las impurezas del corazón. Este es el camino para encontrar a Dios. Cuando una persona no posee antipatías o apegos, su amor renace y crece. Entonces conocerá el amor. En términos religiosos, Dios controla todas las cosas, se hace su voluntad sagrada, cualquiera que sean las acciones y pensamientos; esto es religión.

La Meditación

Meditación significa observar todo lo que se encuentra en el filtro de la conciencia, ver, reconocer, estar consciente de que todo es pasajero, insatisfactorio y libre del yo. La meditación no es apego, identificación o posesión. Meditación es observación. Lleva al cuestionamiento y al amor.

Ejercicio de Purificación y Limpieza

Estás ubicado frente a un sol radiante, este aviva tu fuego interior que flamea en tu corazón y se va extendiendo por todo tu ser calcinando y consumiendo cualquier impureza en ti.

Te visualizas como una antorcha de colores luminosa que después de avivarse fuertemente empieza a disminuir su fuego hasta apagarse.

Ahora toma las cenizas que quedaron al apagarse el fuego, que no quema tus manos y las expones al sol radiante, observas que son transmutadas en puntitos de luz que por la radiación magnética son atraídas al radiante sol.

Se encendió la Luz

Amados hijitos del amor del Padre Celestial, os amo y en esta dulce y cálida mañana, en la que el sol naciente de vuestros corazones os alumbra con su eterna luz, os doy mi amor y la luz de mi pequeño ser.

Amados hermanos en el amor, este sencillo servidor ha preparado para vosotros este pequeño ejercicio espiritual, que os ayudará a acrecentar vuestra fe y confianza en Dios Padre Creador de todo cuanto existe, leed con atención.

“Sentaos con vuestros ojos cerrados, al pie de un frondoso árbol de gruesas y fuertes raíces, reclinad vuestra cabeza en su robusto tronco. Allí a través de vuestra respiración relajaos y soltaos de cualquier tensión que os esté perturbando y colocad vuestra mente en el silencio donde ningún pensamiento os inquiete.

En esta quietud y en este silencio miráis con vuestro ojo espiritual, la oscuridad en vuestra mente que poco a poco va disipándose abriéndole paso a un manantial de luz, que se va expandiendo por toda vuestra mente hasta encender todo vuestro ser.

En el manantial de luz que resplandece en vuestra mente, observáis que su emanación procede del sol radiante de vuestra Presencia Divina y os quedáis en esa contemplación por unos momentos y os dais cuenta y creéis que sí sois un ser de luz, que de lo alto recibe la energía divina con la que fuisteis creados. Con este convencimiento regresad al aquí y al ahora”.

Amorosamente os invito a que reflexionéis en cada paso del ejercicio el cual podéis practicar cuando lo deseéis en cualquier tiempo y lugar.

Ejercicio de purificación para nuestro globo

Visualiza el planeta tierra con todos sus pobladores, tómalo en tus manos y observa sus movimientos y la actividad de todo aquello que ella contiene.

Mira ahora la energía mal calificada que se va formando a su alrededor creando una espesa efluvia.

Toma el globo y colócalo frente de tu llama trina y mira como se derrite la efluvia al contacto con la radiación triple que emana tu Ser Crístico, de la misma forma como se derrite la cera al calor. Visualiza ahora tu planeta limpio puro y radiante.

de la ciudad virtual de la Hermandad Blanca

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